Energía

Todos queremos tener la energía para ser productivos durante la mayor parte de tiempo posible.

Pero sostener un ritmo de trabajo intenso durante todo el día va en contra de los flujos naturales de nuestro organismo.

Varias investigaciones han llevado a concluir que un desarrollo competente en el trabajo está ligado a diferentes periodos del día. Un estudio desarrollado por Daniel Kahneman, ganador del Nobel de Economía, encontró que entre trabajadores los mayores niveles de energía y competencia se encuentran durante las primeras horas del día. Los niveles de energía de los 900 participantes del estudio alcanzaban su punto máximo al mediodía, a partir de entonces todo iba en una gradual disminución.

Ante este tipo de evidencia concreta, es muy importante repensar la forma en la que trabajamos para ser más productivos.

Estas son nuestras tres recomendaciones para que tengas un ritmo más energético:

1. Aprovecha el impulso de la mañana.

Es importante que trates de dedicarle tus primeros momentos laborales a aquella tarea que sea más ardua mentalmente. Si los niveles de energía están más activos por la mañana, es momento de atacar el trabajo que sea más laborioso, aquello que de lo contrario sería más complicado de hacer con el cierre del día encima.

2. Menos es más.

Tienes que trabajar totalmente enfocado en intervalos de 90 minutos. Más allá de ese rango de tiempo, los niveles de atención y productividad disminuyen.

3. Hacer algo diferente para hacer más.

Es vital que durante los 15 minutos que te tomes de descanso entre cada bloque de trabajo fuerte los dediques a una actividad que te saque de tu actividad diaria. Leer un libro, hacer una llamada a un amigo o dar una vuelta a la cuadra te recargan de nuevo.

Siguiendo estas recomendaciones, ser más efectivo en tu tiempo será una cosa de rutina. La productividad aumenta cuando la energía de tu día está bien distribuida.